Exposición de obras de Raúl Javiel Cabrera (Montevideo, 1919 - Santa Lucía, 1992) y textos de José Parrilla (Montevideo, 1923 - Levens, 1994) en la Embajada de Uruguay en Francia (33 rue Jean Giraudoux, París), pertenecientes a la colección esterista. Del 9 al 24 de febrero de 2017, de 11 a 16 horas.
Transcribimos fragmentos del folleto de la muestra.
El camino abierto
“los jardines del laurie
de su boca a las doce y cinco
de la noche al aire”
J. Parrilla, 1940
Buscaban lo Absoluto. Entre las mesas de los bares y las
butacas de los cines. En los sótanos de las pensiones pobres y por las veredas desnudas
de la ciudad gris. Veinteañeros. Uno menudo y dubitativo, la espalda ya
empezaba a encorvarse. Otro alto y de lacio pelo rubio, la mirada sagaz. Fuman
todo el tiempo. Montevideo los recibe con frialdad, acaso con arrogancia. Eran
los inicios de la década del cuarenta del siglo pasado y una promoción de
escritores tentaba una nueva forma de expresión y de pensamiento. Pocos, muy
pocos entre los más atentos de la llamada Generación del 45, sabían quiénes
eran aquellos jóvenes, qué era lo que buscaban y no podían siquiera imaginar lo
que encontrarían, porque parecían no estar preparados para entenderlo. José
Parrilla, el poeta, los instigaba con versos revulsivos, perturbadores,
irracionales y místicos en su postura radical en contra de las convenciones
sociales. Raúl Cabrera, Javiel se hacía llamar el artista, pintaba en todo
momento sobre cualquier soporte paisajes, escenas míticas y unas figuras
femeninas hieráticas atravesadas por formaciones lineales y brumas de colores
aguados.
Poseían una imaginación vasta y una inteligencia sutil. Visitaron al
maestro Joaquín Torres García, amistaron con Juan Carlos Onetti, estuvieron en
el ojo del huracán creativo de su generación. Eran, en cierta forma, inocentes,
pero no ingenuos. Buscaban lo Absoluto. Lo encontraron de diversas maneras y lo
perdieron de otras tantas. Uno a costa de renuncias materiales continuas y una
peregrinación por ciudades del viejo continente, donde arraigó como líder de una
comunidad filosófica y artística: los esteristas.
El otro, el pintor, malviviendo treinta años en un manicomio, empujado por las
mareas del abandono, la incomprensión y la pérdida de sus referencias plásticas.
Se volvieron a juntar en los años ochenta, en Europa, por un breve lapso. ¿Se
reconocieron entonces en lo Absoluto? Nos dejaron las huellas de sus búsquedas,
que son los poemas y las pinturas.
Palabras e imágenes donde perderse para encontrarlos, para encontrarnos.
Fueron, en suma, auténticos consigo mismos y dejaron el camino abierto.
Pablo Thiago Rocca
Salinas, enero 2017
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Salinas, enero 2017
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Para ver entrevista de El Monitor plástico de Pincho Casanova a Fernande Dalezio y a Pablo Thiago Rocca por las muestras de Esterismo (DNC, MEC) y de Cabrera (Museo Zorrilla) en Montevideo, en abril de 2013, hacer click aquí : ESTERISMO Y CABRERITA EN EL MONITOR PLASTICO
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