Miguel "Lito" Eguren nació en Aiguá, departamento de Maldonado, el 23 de julio de 1925 (en la partida de nacimiento figura como Egures pero en otros documentos como Euguren o Eguren) y murió el 19 de mayo de 2011 en la misma localidad.
En febrero de 2008 lo fuimos a entrevistar a una residencia de ancianos en Aiguá. Cómo nos enteramos de que allí estaba, no lo recuerdo a ciencia cierta. Tal vez la artista Lacy Duarte nos lo haya mencionado. Vivía entonces en un cuarto de dos por tres metros. Una cama, una silla, un televisor y un placard empotrado constituían todo su mobiliario. Luego de la entrevista sacó del placard un conjunto de piezas artesanales que fotografié. Me las quiso vender, aunque parecía ser lo único que conservaba de su pasado, además de la guitarra (que no intentó vender) con la que me tocó un par de tangos, así como un concierto personal. Pagué más de lo que me pedía por dos piezas (una mulita y el jugador de fútbol cabeceando una pelota) y aunque era poco se mostró muy agradecido. Yo no tenía más dinero. El lugar me deprimía y mis hijas chicas me esperaban afuera. El olor a encierro dominaba la habitación, los pasillos y la gran sala donde todos los viejos y viejas desperdigados y solos, escuchaban radio. Dijo que había ido allí para atender a su esposa y que, luego de que falleciera, él también había enfermado. Pero que pronto volvería a su casa. Me dio la impresión de un hombre bueno. Busqué más información sobre su obra y escribí un texto para el libro Arte otro en Uruguay. Años después, cuando quise retomar el contacto para ver en qué andaba me dijeron que no se había adaptado a la residencia y que había fallecido en su casa. Los funcionarios de la Intendencia de Maldonado con los que hablé, lo conocían y me confirmaron que era una persona muy buena y querida.
Transcribo los apuntes que tomé luego de salir del residencial en base a una entrevista estructurada que hacía a todos los artistas autodidactas. Y luego reproduzco el texto que escribí para el libro de Arte otro en Uruguay basándome en la entrevista y en otras fuentes indirectas. En los pasados días de junio me he puesto en contacto con Analía Di Leone y otros vecinos de Aiguá en busca de más información sobre su persona. Espero en el correr de estos meses poder ofrecer un acercamiento más profundo a Lito y su peculiar mundo.
Miguel Lito Eguren por él mismo
¿Cómo se gana la vida o se ganaba, si es jubilado?
Trabajaba en la cancha de Golf del hotel San Rafael en Punta del Este, haciendo trabajos de jardinería. Fui uno de los tres que quedó, todos de Aiguá, para poner banderas. Luego tuve un boliche, sin nombre. Fiaba todo y lo único que me quedó como dice la canción, fue el cartel de no fiar. Hace 57 años comencé de carpintero ¨remendón¨, es decir, los carpinteros que arreglaban las puertas rotas poniendo pedazos nuevos, oficio que ya no existe.
¿A qué edad empezó a trabajar en su arte?
Hace como 20 años.
¿Alguien le enseñó? ¿Quién y qué técnicas o conocimientos?
Aprendí a tallar de una mujer llamada Ada Itarmendia (¿) quien realizó la Virgen de la Iglesia de Aiguá. Ella era capaz de retratarte tallando directamente la madera. Él trabaja todo manualmente.
¿Qué materiales usa?
Sauce, principalmente. Realicé muchos muebles rústicos, sobre todo sillas hechas con horquetas de sauce y cardo para el asiento y el respaldo (tengo algunas en casa).
¿Vendió alguna vez?
Vendí en la Feria de artesanos de Punta del Este antes que la arreglaran donde está ahora. Y muchas de las mulitas fueron para España y Francia.
¿Hizo obras pensando en un lugar específico?
Hice todo el juego de comedor y los muebles de la casa de la Dra. Nancy Dutra enfrente a la plaza de Aiguá y los patos para el jardín con gomas de auto (hay fotos) sesgado con la comisaría.
¿Quiénes han visto sus obras?
Expuse en la primera Bienal del Objeto Artesanal en el Subte y obtuve un premio por una pieza que representaba un hombre arando con unos bueyes. Acá lo tengo.
¿Qué referencias visuales ha tenido, en qué o en quién se ha inspirado?
Me inspiraba “por mí mismo solo”. Pero también miré unos cardenales para hacer estos que tengo acá.
Síntesis para el libro Arte otro en Uruguay
Hizo trabajos de jardinería en una cancha de golf de Punta del Este. Fue carpintero remendón, de los que arreglan puertas rotas agregando pedazos de madera más nueva. Tuvo un boliche, pero fiaba tanto que al final lo único que le quedó fue el cartel de “NO SE FÍA”. Miguel Euguren (Aiguá, 1925-2011) hizo de todo en la vida. Fue especialmente prolífico con la fabricación de muebles rústicos, sillas artesanales hechas con horquetas de sauce y cardo trenzado. También le “nació” tallar en madera. Cardenales, horneros, mulitas, un paisano y su yunta de bueyes arando con pasmosos detalles en miniatura, son algunas de sus más recordadas creaciones. Hay un jugador de fútbol cabeceando el balón cuya concentrada postura se la sugirió la misma raíz que lo conforma. No son tallas de una sola pieza, sino ensamblajes bien disimulados, pintados o pirograbados por partes, juguetes de un precioso arcaísmo. La fuerte carga optimista de estas figuras, la ecuación exacta entre sencillez y expresividad, son como la marca de fábrica de Euguren, cuya natural entrega y simpatía lo convirtieron en uno de los personajes más queridos del lugar. (Pablo Thiago Rocca)
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