Bordado naïf de Esther Haedo


Días pasados recibimos una curiosa donación (porque desconocíamos las dotes creativas de la autora) para el proyecto Arte Otro en Uruguay. Se trata de una pieza textil de autoría de Esther Haedo (Montevideo 1899 – 1996), un bordado en tela de 54 x 37 cm, que habría sido creado a mediados de la década del cuarenta del siglo pasado, cuando Esther y su esposo, el escritor salteño Enrique Amorim (1900-1960), ya estaban instalados en la moderna casa "Las Nubes", diseñada por el escritor según los criterios de Le Corbousier. Según se nos ha informado, el bordado pasó de manos de su creadora a Renée Amaro Amorim, abuela de María Mattos, quien a su vez es la esposa del artista Carlos Guinovart (Las Piedras, 1965). Estos últimos, María y Carlos, decidieron donar la pieza textil al proyecto Arte Otro en Uruguay en el entendido que se trata de una creación naïf y por el valor histórico de su procedencia. Renée Amaro Amorim fue prima del escritor Enrique Amorim. 


Ciertamente es una creación de aire naïf, al parecer inconclusa pese a la terminación del borde. Le falta la “y” de Uruguay y las dos primeras y dos últimas letras para completar el nombre del país vecino, Argentina. Se lee sólo “genti” y  “Urugua” y quizás en esas ausencias radica también cierta cuota de ingenuidad  (y un poco de falta de paciencia). Pues no parece tratarse de términos completos o cifrados. En la parte posterior, escrito con lapicera se lee: “Hecho por Esther Haedo”. Lleva unas argollas para colgar, no es un "repasador", al menos no parece que esa fuera su función, si bien está manchado, su fórmula compositiva es eminentemente decorativa o ilustrativa. 

Al frente, en primer plano, una pareja toma mate con el fondo de un mapa que representa una parte del territorio litoraleño a la altura del departamento de Salto, donde Esther y Enrique tenían su residencia “Las Nubes”.

Una paloma o quizás una golondrina, bordada de azul ultramarino lleva un ramito de laurel, simbolizando la paz. La escena es de gran serenidad y encanto. Al fondo, como si fueran sitios de interés de un “mapa” se ven bordados de manera muy sintética, dos cúspides de iglesias, un vacuno de perfil, una cabeza vacuna de frente y las líneas de grandes cursos de agua (el río Uruguay y el río Arapey). Los dos figuras ocupan ambas orillas, se podría decir que se reparten entre uno y otro país.

La delicadeza de las facciones, los punteados de los vestidos y sus contornos,  la manera en que están situados un personaje detrás del otro, la inclinación de la cabeza y los ojos cerrados de la figura en primer plano, que sostiene el mate, recuerdan la obra de su prima, la dibujante y pintora Norah Borges (hermana de Jorge Luis), con quien se frecuentaba por entonces. Aventuramos pues, que se trata de una obra que reconoce la influencia de una estética moderna y familiar a la vez, y que modula con un toque intimista, no exento de cierta dulzura y encanto: un simbólico retrato de la pareja en clave hogareña. En tal caso, la pieza cobra un valor testimonial mayor y es por ello que el proyecto Arte Otro, con la anuencia de los donantes, ha iniciado tratativas para que la pieza se destine a su lugar de origen, "Las Nubes", la residencia hoy convertida en un centro cultural y museo de sitio perteneciente al Estado.



Esther Haedo.  Apuntes hacia una biografía*

« …Esther Dayla Haedo nació en Montevideo el 6 de octubre de 1899, hija de Francisco Haedo Suárez y Clara Young Peña. Su educación estuvo muy supervisada, especialmente por su padre. Vivió sus primeros años en el centro capitalino, muy cerca de la actual esquina de Colonia y Avenida del Libertador.

Prima de Jorge Luis Borges (su padre, Francisco, era primo de Leonor Acevedo de Borges), tuvo, como él, una educación muy influida por la cultura británica. Aprendió a hablar primero en inglés, para luego asomarse al castellano. La situación familiar y el contexto histórico propiciaron esa familiaridad con el mundo británico: la actuación de su padre en el seno del directorio del Partido Nacional en Buenos Aires durante la revolución de 1904, determinó que la familia –perseguida por José Batlle y Ordóñez– debiera partir al exilio en Europa y se instalara un tiempo en Inglaterra.
A su regreso a Uruguay vivió en una quinta del Prado, ubicada en la calle Lucas Obes, entre 19 de Abril y Suárez  […]  En un reportaje que el realizador Juan José Ravaioli le hiciera a Esther a inicios de la década de 1990 ella se refirió a cómo –cuando conoció a Enrique– no había estado nunca en Salto, ni conocía a ningún salteño. Comentaba entonces que, tras conocerse, Enrique había obtenido una cámara de cine para hacer un corto con ella como protagonista, para que su suegra la conociera a través de la película  […] Se casaron enseguida de conocerse y vivieron un año en Europa. Regresaron al Río de la Plata (en Buenos Aires tenían un apartamento, “para ir de paso”) y nuevamente volvieron a viajar a Europa. Por entonces, en Buenos Aires Enrique frecuentaba las peñas literarias que compartían, entre otros escritores y artistas, Horacio Quiroga, Baldomero Fernández Moreno, Oliverio Girondo, Norah Lange, Jorge Luis Borges, Guillermo de Torre, Norah Borges, o Silvina Ocampo. Como tantos otros intelectuales de la época, Esther y Enrique debieron dejar Buenos Aires luego de que Amorim denunciara, en su novela Nueve lunas sobre el Neuquén (1946), las torturas a que eran sometidos los opositores al gobierno de Juan Domingo Perón. Se instalaron en Las Nubes.




[Luego de la muerte de su esposo]  pasó el resto de su vida dedicada a preservar y difundir la vida y la obra de Amorim, velando también por la conservación de Las Nubes y el acervo que allí se guardaba. En esos años también se fue fortaleciendo el vínculo entrañable que la unía a Liliana, la hija de Enrique ("y un poco hija mía”, como ella solía decir), así como con sus nietas Paula y Amalia. Esther Haedo sobrevivió treinta y seis años a su marido. Falleció en Montevideo el 4 de setiembre de 1996… »

*Tomado del sitio http://lasnubes.org.uy/esther/
el 10 de abril de 2016. En este texto se lee "Agradecemos el generoso aporte de Pelayo Díaz Muguerza, quien nos facilitó apuntes varios para construir este perfil biográfico de Esther Haedo." También desde el proyecto Arte Otro nos sumamos a dicho agradecimiento por sus amables comentarios de la pieza textil.

Imágenes. 
1. Bordado de Esther Haedo.
2. Villa Esther. Postal de la casa de Esther Haedo en el Prado de Montevideo, hacia el 900.
3. Las Nubes, fotografiada por P. T. Rocca en 2013.

3 comentarios:

Catalunya eterna dijo...

Carmen Molinas Bonilla
Aplaudo la iniciativa de recordar a mi querida Esther Haedo de Amorim, debido a nuestra gran amistad con ella, quiero hacer algunas precisiones:
1- la imagen del tapiz bordado por ella (tengo un juego de individuales que nos regaló para nuestro compromiso, que también confeccionó y bordó) debo aclarar que la falta de algunas letras de Argentina y Uruguay, se debió a una forma muy suya de hacer pensar. Siempre decía: "Dejemos algo para que lo descubra quien mira".
2 - La imagen que en este blog colocan como Villa Esther en el Prado, es en realidad, un lateral de Las Nubes en Salto.
3 - Esther siempre se refirió a Liliana como su hija, a Quito como su yerno y a Paula y a Amalia como sus nietas a quienes amaba profundamente. Nunca dijo "es un poco como mi hija" ya que pese a no serlo, siempre la consideró como tal.
Si les interesa el tema puedo aportar mucho más, incluso fotos.
Los saludo cordialmente.

Catalunya eterna dijo...

Buenas noches, debo disculparme, porque en mi comentario anterior, me confundí respecto a las imágenes que presentan y corregí equivocadamente la Nº 2 que dice Villa Esther, diciendo que correspondía a un lateral de Las Nubes. Sucede que me fijé solo en las tres últimas fotos del final y no en la que estaba en el medio del artículo. Ustedes tienen razón, ésa sí, es o mejor dicho era, ya que la demolieron la antigua y tan recordada Villa Esther.
Saludos cordiales
Carmen Molinas Bonilla

Anónimo dijo...

Maravilloso!! Yo, de niña, desde el fondo de mi casa, en los 70's, la veía pasar en su auto con chófer de guantes. Me encantaba verla, tan digna, ya regia!!! No sabía quien era pero esperaba verla pasar. Después mi mamá me contó quien era y con los años investigué un poco su vida. Saludos y gracias por su aporte