Escrituras al margen





Para los artistas autodidactas, para los visionarios, para los creadores marginales, las fronteras entre los géneros y las expresiones artísticas carecen de sentido. El artista crea sin detenerse a pensar en la división social del trabajo, en las categorías académicas o en el llamado “público objetivo”. Dibuja, pinta, escribe, modela, talla, ensambla, con los medios que encuentra más a mano o que puede proporcionarse a sí mismo.

A estas escrituras les llamamos, poesía, cuento, ensayos. Pero se trata, sobre todo, de búsquedas urgidas y realización personal. Son escritos al margen de la Verdad con mayúsculas, concebidos desde el filo de la duda, con la imaginación desbordada.

Postal esotérica de Quiroga realizada por Guido Silva en Salto, ca. 1970

Por ello, si bien el proyecto Arte Otro se propuso relevar actividades en el terreno de la plástica (pintura, escultura, ambientes, etc.) la escritura tiene también un lugar significativo. El texto cumple funciones diversas. Queremos señalar, focalizándonos en el tema de la memoria, algunos aspectos que diferencian estos escritos de otros. En primer lugar, la insólita relación con el medio, entendido éste como el vehículo material de lo escrito y sus efectos en la duración espacio-temporal de la obra. (…) El espacio de la vía pública resulta propicio para la materialización de una escritura que ha de tomar la densidad y la contundencia de los cuerpos entre los que ha de manifestarse.

Así un artista como Guillermo Vitale (Montevideo 1907 - Buenos Aires, 1992) acompañará sus mosaicos hechos con escallas de azulejos, que llama significativamente “retratos” y están referidos a figuras y personalidades admiradas –Carlos Gardel,  Juana de Ibarbourou, Florencia Sanchez, Chaplín- , con textos desplegados en la misma difícil técnica, volcada en palabras cuya ejecución supone una minuciosidad asombrosa. Pero no sólo comenta las imágenes con un criterio que podría parecer decorativo, también escribe poemas “sueltos” que quedan más que inscriptos, incrustados en la paredes del barrio.

Poemas hechos con recortes de azulejos por Guillermo Vitale en 1977. 

"Si querés ser / fuerte y bueno / subid despacio / caminando el Cerro / respirad varias veces / aire limpio en la / cumbre del Cerro / un brindis de la / naturaleza tomar / agua purificada vital / del manantial al / lado de un mural del león /en la villa del Cerro / abrir bien los ojos / grandes y mira la bahía / creerse que estás soñando / en el Cerro."

Ya no es el poema escrito sino ese poema, en ese espacio, para esa calle. La ubicación del texto en Vitale, cuya gran obra se abre como un friso a los personajes populares y a su barrio, la Villa del Cerro, es una marca de territorio que nada tiene que ver con otras expresiones callejeras de carácter más o menos efímeras, que se repiten –si bien con ligeras variaciones- en todas las grandes urbes del mundo. (…)

Fragmentos de la ponencia “Escrituras al margen” que será presentada el día 20 de marzo del 2012 en el  2° Encuentro Latinoamericano de Escritores, Por el Derecho a la Memoria, Biblioteca Nacional Argentina, Buenos Aires. 


La selva primigenia de Carmen García




 

¿De dónde salen esos seres que se amontonan y entrelazan en una vorágine de brazos y piernas, de cabezas y torsos selváticos? ¿Son acaso una sola matriz, como raíces de gente? Carmen García (Montevideo, 1955) no lo sabe. Ella sólo es el medio por el que se expresan esas formas nunca del todo definidas. Las figuras en blanco y negro se contorsionan en un nudo que no es sólo atasco, sino también movimiento y cambio. Tal vez provengan de aquellos dibujos que realizó a los seis años, cuando, de visita a un familiar en una fábrica de cartón, reproducía con esmerada concentración los complicados mecanismos de las maquinarias industriales. Hoy esas máquinas se han vuelto generadoras de nuevas energías y enlazamientos, a modo de modernos “grutescos”, pero con la rara condición de la asimetría.*

 

Sin duda incidió en su arte el estímulo que recibiera, también de niña, de Carlos Páez Vilaró, quien le obsequiaba materiales y la alentaba a dibujar (su madre trabajaba en la casa del conocido pintor). Los derroteros de la vida llevaron a Carmen a otras ocupaciones y menesteres. Hoy retoma la senda creativa, con altibajos y disparidades en sus obras, en la búsqueda de un horizonte propio. Posee una gran determinación y un talento en ciernes. Cuando, conciente o inconcientemente, elude las convenciones del dibujo y se aleja de los motivos más trillados alcanza, en el abigarramiento incontenible de floraciones - aves, serpientes, elefantes, jarros, vides, árboles- una vívida intensidad. Del caos se origina el todo. Sus dibujos también evocan la eterna lucha entre el bien y el mal, entre las fuerzas del cielo y la tierra, que en variadas culturas simboliza el momento previo a la manifestación de lo humano.

* “Grutesco (…) Género ornamental y decorativo usado por los romanos y que aparece con gran frecuencia desde el siglo XV, muy especialmente en el plateresco (…) el grutesco en sí, como forma y sistema, destaca el enlace de la continuidad y la discontinuidad, es decir, la ambivalencia (Géminis), por lo cual se convierte en un símbolo general del mundo fenoménico y de la existencia en su despligue enlazado.” Juan Eduardo Cirlot, Diccionario de símbolos, Ed. Labor, Barcelona 1978.

 Imágenes de las obras gentileza de la artista.