En el
marco de los festejos del centenario de la Colonia Dr. Bernardo Etchepare se lleva a cabo una exposición de pinturas en el Museo de San
José con obras de artistas pacientes
del hospital. Se trata de una producción artística perteneciente a una
época fermental -años sesenta y setena- en lo que refiere no solamente a la creatividad sino a la calidad
de la misma. Se exhiben obras de Ergasto Monichón, Raúl Javiel Cabrera, Oscar Mussetti, entre otros, que tuvieron la orientación de la tallerista Hilda Ferrerira. Uno de los exponentes, Oscar Caballero, continúa
aún hoy en la institución pintando con la misma entrega y
disfrute de entonces. En su homenaje la muestra se titula "Mis ocurrencias".
Transcribimos fragmentos del texto de la muestra, autoría de la tallerista Isabel Cavadini:
Palabras de Oscar
Luis Caballero: “Comencé a dibujar a los cinco
años en la escuela. Recuerdo un
ranchito que pinté de marrón. Cuando ingresé a la Colonia pintaba solo. Mis
primeros pinceles
los hice con palitos de chilca y cerda de caballo, de la caballeriza de la
Colonia. Luego
los ataba con hilo de coser. Pasado el tiempo, pinté dos murales. Un médico preguntó
si eran desnudos. Le expliqué que tenían puesta una malla. La maestra igual los
tapó con un mueble. Mi primer cuadro fue como escenografía de una obra de
teatro –dirigida
por la doctora Villanueva - que se estrenó en la Colonia Santín Carlos Rossi.
Se llamaba
La locura de don Juan del
escritor argentino Carlos Arniches. Hice muchos dibujos
de la locura y los guardé en una caja que decía no
tocar. Era una lucha entre yo y la
tabla, los pinceles, todo. Las tres cabezas decían cosas diferentes; una
dormitando, como
pensando. Otra asombrado, mirando las estrellas. La primera es como un payaso que
mira de frente y se ríe de la vida. Tengo la risa como lo principal de todo, me
sentía
con el
organismo sano, pulmones fuertes, siempre me sentí feliz. La felicidad reside
en la
risa, hay que reírse. Mi abuela me oía reír y me decía que también con palabras
la gente
se cura. Pinto con mucha alegría y con mucha crítica, estoy pintando y me estoy criticando.
Soy detallista (...)
Hace
unos años Caballero accedió integrarse al pabellón 17 de Rehabilitación siempre que no
fuera obligado a ser externado. Mantiene una rigurosa pulcritud, modales y asiduidad
al taller de plástica. En la exposición de fin del año 2010, negoció la venta
de una
obra de su autoría a muy buen precio. Lo recaudado lo donó al taller para
adquirir materiales
de dibujo. “yo no necesito dinero, tengo todo lo que quiero. Soy feliz”, manifestó
con su risa de siempre. Ama la pintura del Renacimiento sobre todo a Leonardo
da Vinci. Es detallista en sus realizaciones. Ha llegado a demorar meses en terminar
una pintura, que siempre son al óleo. Realiza retratos imaginados. Figuras solitarias
a veces casi inexpresivas. Mayoritariamente reproduce sus propias facciones solo
que varían, si son femeninas o masculinas en detalles como ser el cabello,
vestido o algún
otro distintivo. Es muy austero en
sus expresiones. Si se le sugiere agregarle algo a sus
retratos se niega a ello. “Para qué? Están bien así. No necesitan nada
más”. Es muy
buen retratista, últimamente terminó un retrato de Carlos Gardel que reprodujo
para regalar
al director del hospital. No lo quiso pintar, realizando un buen trabajo de sombreado
a lápiz. No le agrada pintar
paisajes u otro tema y mucho menos incursionar
en otras estéticas como el abstracto. Aunque sí, es ávido de información
sobre estilos y vida de famosos artistas plásticos. Sus preguntas y conocimientos
sorprenden. Caballero cuenta
actualmente con 74 años (Minas 1936) y
en el taller sigue trabajando incansablemente hasta su hora del teleteatro de la
tarde en que se retira a su pabellón."
Imagen: Isabel Cavadini y Oscar Caballero en el LATU, octubre de 2012.
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