Dis/tensiones: los 10 primeros diálogos

 Dis/tensiones. Arte otro vs otros artistas 

Esta exposición inusual reúne la producción de artistas autodidactas y de artistas uruguayos consagrados que se interpelan mutuamente. Una confrontación que es un juego y una pulseada de tensiones creativas. 

Los vínculos entre las obras suelen ser de forma, de color o de tema. Pero también puede acontecer que el contraste marque la pauta de esa relación… o que surjan puntos de contacto en detalles sutiles. Pronto el espectador se verá envuelto en este cruce de miradas con artistas de la colección Arte otro en Uruguay y artistas en la Galería Sur. 

Las fronteras entre lo que hemos dado en llamar “arte otro” y “arte contemporáneo” son más difusas de lo que a priori se piensa.  Al final, lo que cuenta es la felicidad de una solución plástica que es inherente a cada obra y al talento del artista que la concibió. A partir de allí se generan conexiones inesperadas y fascinantes que vale la pena descubrir. 

En esta primera parte comentamos diez "diálogos" posibles entre las obras expuestas.

Pablo Thiago Rocca



DIS/TENSIONES (1)

La espiral para Verónica Artagaveytia (Montevideo, 1955) es una forma de intensa pregnancia. Atrapa la vista, hipnótica, al relacionarla con el cuerpo humano. En este caso, con el cuerpo de mujer: remolino de donde la vida surge y se alimenta. Artagaveytia practica el ejercicio de la escultura móvil conjuntando la rapidez del trazo –dibujo lineal que se eriza en el corte metálico– y las pendulaciones a lo Alexander Calder… incluso, suma a veces la performance –su propio cuerpo– y la integra al medio natural.  

Aquí, en cambio, su obra plana y colgada de la pared, “dialoga” con ese otro remolino de cuerpos que propone Carmen García Pernas (Montevideo, 1955). El intercambio es de forma (torbellinos), de color (grises, blancos y negros) y de motivo (el cuerpo femenino como protagonista). Musicalidad, dinamismo y espontaneidad caracterizan ambos planteos, con diferentes grados de complejidad en su tratamiento gráfico-plástico.

Carmen García Pernas. "Sin título", tinta china sobre papel, 46 x 33 cm, c. 2005. Colección Arte otro en Uruguay.

Verónica Artagaveytia. "Sin título", aluminio, 50 x 39 cm. s/f. Cortesía Galería Sur

Foto de Lía Rocca





DIS/TENSIONES (2)

La orfandad humana en un sentido existencial constituye el eje temático de gran parte de la producción artística de TOLA INVERNIZZI (Montevideo, 1918 – Piriápolis, 2001). “El gran drama del hombre es pensar al hombre. Porque un hombre es el resultado de la humanidad. Tiene que cumplir un rol individual dentro de ese hecho colectivo.” (Entrevista a Tola de Carlos María Domínguez, "Introducción a la erótica en un bar de Montevideo", Brecha, 23/03/01). Pues bien, para Tola la sociedad impone al hombre una maquinaria de alienación que lo atraviesa, lo fragmenta y lo subvierte. El ser humano pelea contra esa maquinaria y solo por un esfuerzo de conciencia puede encontrar su ser en el mundo. 

Para DANIEL BARBOZA (Villa Constitución, Salto, 1967) la pintura es, ante todo, un medio para expresar sus fantasías. La mujer en la piscina también está escindida y parece lacerada en un costado. Pero fuma bajo el agua, literalmente, y los seres marinos la rodean y bailan con ella. La mujer está integrada al mundo, o mejor dicho, sumergida en él y su alienación no es, por tanto, ideológica ni metafísica. Ambos artistas ven en la pintura un camino hacia la libertad y prescinden de la representación anatómica convencional. Ambos están más allá de las destrezas técnicas y de la copia de la naturaleza. Desde ese sitial personal y excéntrico se comunican con el observador y lo (nos) involucra(n) en el dolor y en la alegría de estar vivos.

Daniel Barboza. "La mujer en la piscina", acrílico sobre fibra, 160 x 88 cm, 2014. Colección Arte Otro en Uruguay. 

Tola Invernizzi. "Composición en rojo con hombre y botella", Óleo sobre tabla, 93 x 122 cm, repintado 1993. Cortesía Galería Sur.




DIS/TENSIONES (3)

Recogiendo chapitas de refrescos y trozos de vidrio de la calle, recortando tiritas de papel y embadurnándolas a piacere, ERNESTO VILA (Montevideo, 1936) reconstruye las siluetas de la memoria social del país. Coloca a sus personajes admirados –Gardel, Schiaffino, Gurvich, entre otros– junto con amigos de la infancia en composiciones frágiles donde campean las sutilezas de color y los tonos apastelados. A veces la silueta no llega a formarse del todo, como en esta obra, con un rostro que parece brutalmente clausurado. La vivencia de la cárcel –como preso político– y del exilio, juega un rol importante en ese ejercicio memorioso.

VÍCTOR ANDRADE (Montevideo, 1980) también crea su obra con elementos encontrados en la calle –donde vivió la mayor parte de su vida– que le sirven de soporte para sus pinturas de fuerte cromatismo. Pinta superhéroes y personajes populares de la televisión y las revistas y, raras veces, a él mismo, como en este potente autorretrato con fondo celeste. La operativa de Víctor está pautada por la urgencia de desprenderse de sus obras –no tiene dónde colgarlas– y todo el proceso de creación y circulación de su arte es tan veloz como intenso. 

El encuentro entre los dos sistemas creativos no nos deja indiferentes: contrastan los colores pero se complementan en cierta forma, la raigambre popular los nutre, la naturaleza visceral de sus diferentes “presentes” los emparenta.

Víctor Andrade. "Autorretrato", Pintura acrílica sobre fibra, 56 x 56 cm, 2016. Colección Arte Otro en Uruguay.

Ernesto Vila. "Sin título", Técnica mixta sobre papel, 42 x 30 cm. s/f. Cortesía Galería Sur.




DIS/TENSIONES (4)

A la obra meditada, horizontal y preciosista de JUAN DE ANDRÉS (Cerro Largo, 1941) contraponemos aquí la diagonal de una calle violentamente empinada de RAFAEL CABELLA (Montevideo, 1932-1992). Cuando en el segundo todo es gesto, expresión, ímpetu y ardor, en el primero, en cambio, la máxima regla parece ser la contención. Ambos colocan intuitivamente los colores para transmitirnos un sentido de equilibrio, aun en la tempestad anímica de Cabella. 

Los dos cuadros dialogan a su vez con la historia de la pintura uruguaya. El cielo-mar de Cabella nos recuerda los toques matéricos de Alfredo De Simone, la solución geométrica del maestro Juan de Andrés posee un aire madí. Ambas obras, de pequeño formato, son como un concentrado perfecto –o la superación– de dos vertientes fundacionales de las vanguardias modernas, el expresionismo y el constructivismo.

Rafael Cabella. "Calle empinada" óleo sobre tabla, 27 x 35,5 cm, 1971. Colección Arte Otro en Uruguay

Juan de Andrés "Sin título". Técnica mixta sobre papel, 38 x 38 cm, 2018. Cortesía Galería Sur



DIS/TENSIONES (5)

Cuando a DANIEL BARBOZA (Villa Constitución, Salto, 1967) le leyeron el cuento de Felisberto Hernández “Las Hortensias”, se le ocurrió plasmarlo en una “muñeca” que conserva una postura rígida, medio robótica, aunque muy alegre y colorida. Los pelos “de punta” de Hortensia son clavos firmemente incrustados en su cabeza, tiene un solo brazo duro y unas piernas bien arraigadas y robustas. Hay algo sumamente tosco en la representación del personaje que, sin embargo no le resta ternura –destacan las largas pestañas de sus ojos y la abotonada y alegre blusa– ni cierto encanto humorístico (“le falta una chancleta”, me confesó su autor mientras me la entregaba).

El humor y la sana inventiva definen toda la obra de WILLIAM MOREIRA CRUZ (El Sauce, Canelones, 1962) y esta no es la excepción: el músico, al que se le ve “el pajarito”, toca un embudo a modo de trompeta (referencias que van desde el Bosco al hombre de hojalata del Mago de Oz), posee una delicada nariz de pestillo y un frágil cuerpo de casa ambulante o buzón pobre. La gestualidad que consigue el artista con sencillos elementos caseros es de un talante imaginativo y de una frescura de la que solo algunos niños muy niños son capaces.

El encuentro entre los dos personajes autómatas no podría ser más feliz. Tal parece que uno inicia el cortejo musical para la otra, en un juego de seducción que puede dar pie a una historia de amor fantástica o trágica, teniendo de fondo a los arrebatados personajes de Ergasto Monichón (y una pintura de Eduardo Cardozo) como principales testigos.

William Moreira. "Músico", Técnica mixta, 31 x 18 x 9 cm. s/f. Cortesía Galería Sur

Daniel Barboza. "Hortensia" Ensamblaje en madera policromada, 45 x 26 x 15 cm, 2014. Colección Arte Otro en Uruguay.



DIS/TENSIONES (6)

Este sector de la muestra reúne un singular y breve bestiario, una tríada de seres quizás mitológicos, quizás reales en su pura imaginación. Comparten la extraña condición de lo indeterminado: en cualquiera de los tres es difícil estipular la especie a la que pertenecen. El gallo con cabeza humana de Nicolás Sánchez ALFALFA (Mérida, Venezuela, 1983) es una bestia intelectual, gallarda y de aire señorial. Lleva una mano alzada en el gesto de tomar un cigarrillo o explicar algún argumento filosófico mientras se sostiene todo él en una pata de afilada púa. Quimera ambigua que está, sin embargo, magistralmente definida por la precisión de un trazo limpio, de una racionalidad lúcida y compacta: es un monstruo de la razón. 

En cambio, el personaje del cuadro titulado “Cazador de monstruos”, monstruo él también, tiene cerca de sus fauces de mono a una mariposa (¿o será la mariposa la cazadora del monstruo?) y aparece aureolado por una bruma confusa. Escapó seguramente de alguna pesadilla de ERGASTO MONICHÓN (San José, 1891-1987), amargo fruto de un encierro sexagenario en el psiquiátrico, obra maestra del claroscuro y del trazo a mano alzada. 

Para finalizar, el animal creado por ALBERTO MÉNDEZ (San José, 1958) puede ser un burro, una comadreja, un conejo o una mulita. Puede ser todo lo tierno que encontremos en esta extraordinaria cruza. Las tres composiciones persuaden por su organización espacial intuitiva, orgánica y por su genética desconcertante.

Alfalfa. Sin título. Tinta china sobre papel 35 x 49 cm. Cortesía Galería Sur

Ergasto Monichón. "Cazador de monstruos". Lápiz de color sobre papel, 23 x 16,5 cm, ca 1965-70. Colección Arte Otro en Uruguay.

Alberto Méndez Sin título. Óleo pastel sobre cartón, 49 x 35 cm, 2012. Colección Arte Otro en Uruguay.



DIS/TENSIONES (7)

La repetición acelera el aprendizaje. En muchas sociedades los niños aprenden repitiendo y copiando el quehacer de sus mayores. Los actos repetitivos pueden llevar a una rutina empobrecedora cuando se hacen maquinalmente, sin concentración ni ganas, o pueden, por el contrario, llevar a un estado de trance –como en la percusión tribal y los mantras– para conectarnos con otras realidades. En las artes plásticas la repetición genera ritmos, pausas y aceleraciones. Repitiendo mensuramos e intervenimos el tiempo.

Alejandro Yanes (Santa Lucía, 1972) dibuja sus motivos –idílicos recuerdos de la infancia- minuciosamente. Si tiene que representar una casa dibuja ladrillo a ladrillo, un árbol se construye rama por rama con sus hojas enfrentadas, los autos en la carretera se conducen en filas perfectas. Luego rellena los espacios entre esas líneas con colores vivaces. Antes de recibir la carga de los colores, podría decirse que las obras de Alejandro son constructivas, pues se realizan en una armonía basada en los ritmos. Luego el color lo cubre todo y deja aflorar la alegría de los recuerdos.

Roberto Piriz (Montevideo, 1966) también trabaja sobre los recuerdos, aunque más que imágenes figurativas, se trata de sensaciones y de atmósferas anímicas. Los estudiados ritmos de sus maderitas verticales se alternan con el juego de las tonalidades y la horizontalidad del conjunto. Cada fragmento de madera nos cuenta su historia, sus muescas, sus cicatrices, sus repintes. La obra se construye pacientemente. Nada queda al azar o muy poco: lo suficiente para comprender la profundidad del tiempo transcurrido sobre la materia.

En el presente diálogo de obras plásticas es el color celeste el que comunica y predomina, junto con los mencionados ritmos de fondo. Son dos artistas que, se diría, en principio, practican lenguajes contrapuestos. Pero si miramos atentamente veremos que hablan el mismo idioma.

Alejandro Yanes. "Leñadores", pintura acrílica sobre fibra, 39 x 52 cm, 2014. Colección Arte Otro en Uruguay 

Alejandro Yanes. "El gran rancho", pintura acrílica sobre fibra,35 x 48 cm, 2015. Colección Arte Otro en Uruguay 

Roberto Piriz. Sin título. Técnica mixta sobre madera, 20 x 59 cm. Cortesía Galería Sur





DIS/TENSIONES (8)

La imaginería popular de José “Pepe” Castro (Bueu, España, 1936) convoca al humor, la crítica social y el sincretismo estético. Sus creaciones son como el cauce de un gran río al que confluyeran los saberes anónimos, las historias personales y el relato histórico como sátira y contradiscurso. Representa muy bien el espíritu lúdico de esta exposición DIS/TENSIONES: por eso las dos esculturas de Pepe están situadas a modo de guardianes o entes tutelares al inicio de cada una de las dos salas.

La primera escultura representa a Juan Díaz de Solís como la figura del héroe estúpido. De nada le sirvió el gran trabuco que lleva en la cintura ni la espada de palo que deja caer en una mano. Es el conquistador conquistado, cuya principal protección ante los flechazos que lo atraviesan ha sido una pelela infantil invertida que se le ocurrió colocar en lugar del yelmo. La expresión resignada del personaje lo dice todo, está entregado a su mala suerte. Puede verse también como una versión plástica del Manifiesto antropófago (1928) de Oswald de Andrade.

La segunda escultura representa a La Pocha, una prostituta que forma parte de la mitología personal del artista. La Pocha es portadora de los atributos vergonzantes de la (doble) moral burguesa. Su cuerpo es dadivoso (ver los grifos) pero ella también es un ser bifronte, esconde en un costado a un peligroso hombre armado.

José Castro, Sin título. Madera y objeto, 134 x 24 x 6 cm. Cortesía Galería Sur

José Castro, Sin título. Madera tallada y objetos, 139 x 43 x 14 cm, 2019. Cortesía Galería Sur




DIS/TENSIONES (9)

Las maderas duras, cargadas de historias y de tiempo son la materia prima de estos dos artistas. 

WIFREDO DÍAZ VALDÉZ (Treinta y Tres, 1932) las interviene con precisión de cirujano o de experto relojero. Examina su interior con delicados cortes, desarma el maderamen intrínseco y lo hace cantar con clavijas y cuerdas, puertas y bisagras que nos muestran el interior como si de una lustrosa habitación salieran los vestigios de una vida secreta, hasta ese momento secreta, donde otrora corría la savia que hoy está detenida en vetas color carmesí. El viejo durmiente de la vía del tren, el tablón de duro quebracho centenario, se yergue y enseña su corazón en una disección poética y luminosa. 

MANUEL “TURCO” MÉNDEZ (San Gregorio de Polanco, 1970) de profesión pescador, rescata raíces de árboles del monte nativo que flotan a la deriva por el Río Negro. El agua “cura” la madera, que al pasar un tiempo en las corrientes termina por expeler su albúmina y ya no le pueden atacar los insectos. La madera que flota en el agua durante años o se sumerge en ella sin pudrirse, penetra al círculo de lo sagrado. Manuel ve en esos troncos las figuras de animales o de antiguos moradores de la tierra: talla mascarones de proa para barcos imaginarios o tótems que se elevan para propiciar una comunión atávica con los seres del monte. 

Ambos artistas condensan imágenes interiores para transportarlas a la madera con el beneficio de su imaginación. Ambos son virtuosos de la técnica, aunque las imágenes de uno sean precisas y delicadas y las del otro recias y severas.

Wifredo Díaz Valdéz, Sin título. Talla en madera, 172 x 18 x 19 cm. Cortesía Galería Sur

Manuel Méndez. "Mascarón de proa" Talla en madera,80 x 25 x 25 cm. ca. 2000, Colección Arte Otro en Uruguay.





DIS/TENSIONES (10)

La obra de MARCELO LEGRAND (Montevideo, 1961) se reconoce en una manera de entender el arte como derrotero interior –el conocimiento de una clase de energía– tal como se desprende de algunos de sus escritos. Ese enfoque habilita una lectura metafórica de sus obras en tanto campo de batalla: las distintas pulsiones interiores se manifiestan y entrelazan en el cuadro como ideas en pugna y estímulos en contradicción. Hay una poética del conflicto en Legrand, o mejor dicho, una poética de las tensiones. El pintor puede trabajar años en un pequeño sector de la obra, acumulando esas tensiones que se disparan o se comprimen aún más. La abstracción le permite vehiculizar sus emociones, canalizarlas en rápidos trazos o morosos estudios. La paleta puede alcanzar la estridencia de una explosión. Salpicar, rayar, esparcir, borronear, manchar, ningún procedimiento le es ajeno. 

Una similar carga energética ostentan las pinturas de MIGUEL ÁNGEL TOSI (Montevideo, 1946), un genio de la pintura al pastel. Tosi es el artista “brut” por antonomasia, intuitivo y visceral. Se sirve de motivos que inventa o que recrea de alguna imagen previa (revistas, fotos, televisión) para llevarla a un punto de gran tensión y a la vez de gran armonía compositiva. “El hombre en llamas” (el título es nuestro) sostiene una botella con un líquido evanescente, parece un raro elemento que ha capturado mientras alimenta con el cigarrillo un fuego extraño, que enciende todo un sector del cuadro. La manera en que dispone los colores en los brazos, vectores que conducen la mirada tanto del personaje como del observador, y la libertad con que acomete un motivo común para transformarlo en un acontecimiento no deja de sorprendernos. 

Marcelo Legrand. Sin título.Técnica mixta sobre tela, 96 x 125 cm. s/f. Cortesía Galería Sur

Miguel Ángel Tosi. "El hombre en llamas". Pastel sobre papel. 50 x 68 cm.c a 2000. Colección Arte Otro en Uruguay

DIS/TENSIONES (arte otro y otros artistas) en Casa Colonial, Treinta y Tres esq. Dodera, Maldonado, Uruguay. Horarios: Martes a domingo de 17 a 21 hs. Hasta el 6 de marzo.

Artistas: 

Víctor Andrade / Álvaro Ardao / Federico Arnaud / Verónica Artagaveytia / Daniel Barboza / Andrés Barca / Luis Borteiro / Óscar Caballero / Rafael Cabella / Javiel Raúl Cabrera / Eduardo Cardozo / José Castro / Rosa Cazhur / Cyp Cristiali / Juan de Andrés / Wifredo Díaz Valdéz / Alicia Ferrari / Luis Fonseca / Franc / Carmen García Pernas / Miguel Herrera / Tola Invernizzi / Virginie Isbell / Ignacio Iturria / Marcelo Legrand / Lía Mainero / Alfredo "Lucho" Maurente / Alberto Méndez / Manuel Méndez / Ergasto Monichón / William Moreira / Virginia Patrone / Ricardo Pickenhayn / Roberto Píriz / Sebastian Sáez / Fábio Servetti / Ángel Silva / Miguel Tosi / Nicole Vanderhoeght / Ernesto Vila /Alejandro Yanez / Yudi Yudoyoko


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